lunes, 19 de noviembre de 2012

La familia y la unidad de España en Espíritu de una Raza

Artículo de opinión sobre el Ciclo de Cine de época e histórico español
La familia y la unidad de España en Espíritu de una Raza
     En la clausura del Ciclo de Cine de época e histórico español que ha organizado la revista Cultura XXI en la Sala Santorvm de Quintanar de la Orden, se ha proyectado este sábado 10 de noviembre la película "Espíritu de una Raza" (José Luis Sáez de Heredia, 1950), protagonizada por Alfredo Mayo (José Churruca), Ana Mariscal (Marisol Mendoza), José Nieto (Pedro Churruca), Blanca de Silos (Isabel Churruca), Rosina Mendía (Isabel Acuña de Churruca), Pilar Soler (National Spy), Julio Rey de las Heras (Pedro Churruca's Father), Luis Arroyo (Jaime Churruca), Raúl Cancio (Luis Echeverría), Manuel Arbó (Señor Echeverría) y Juan Calvo (Valentín González, el campesino). La música es de Manuel Parada interpretada por las Orquestas Nacional, Sinfónica y Filarmónica coaligadas.
     Para analizar "Espíritu de una Raza" hay que desdoblar la película en dos vertientes. La primera vertiente sería una transparencia autobiográfica de Franco; en ella, y a través de su heroico personaje principal (José), revelaba claramente las frustraciones de su propia vida.
El argumento narra las experiencias de una familia gallega, perfectamente identificable con la de Franco, desde el desastre imperial español de 1898 hasta la Guerra Civil. El personaje en torno al que gira la película es la figura de la madre, doña Isabel. Sola, con sus tres hijos y una hija que criar -como la madre de Franco, Pilar Bahamonde; la piadosa doña Isabel es un personaje bondadoso pero fuerte. A Pilar la abandonó el disoluto, jugador y donjuanesco padre de Francisco Franco. Por el contrario, en la película, el padre del protagonista es un héroe de la Armada, doña Isabel enviuda cuando lo matan en la Guerra de Cuba.
     La segunda vertiente sería el análisis político que constituye la trama central.
Lo importante no son las relaciones familiares, de encuentros y desencuentros, sino que cada personaje representa "un problema de España", es decir, el problema era "la muerte de España", tanto en su esencia (contenidos tradicionalistas) como en su existencia (atendiendo a la unidad de España).
     La proyección se estructura en los cuatro hermanos protagonistas:
  José (el mismo Franco) representa el estamento militar que se levanta para evitar que España muera a manos del comunismo. Los militares son en "Raza" el grupo al margen de la política que son capaces de salvar a España.
      Pedro (supuestamente Ramón, el hermano de Franco), representa la política pactista; directamente es opuesto a su hermano José. Al final acaba renegando de los republicanos "convirtiéndose" al bando nacional. Jaime (el religioso), representa el clero y es asesinado por los republicanos. Este personaje no participa activamente en la dialéctica ante "el problema de España", más bien es el cordero inocente llevado al matadero.
  
      Isabel, representa el sufrimiento de las familias durante la Guerra, y a la firmeza ante el sufrimiento. Su marido, Luis Echeverría, tiene tentaciones de abandonar a los nacionales y volver junto a su mujer e hijos. Luis representa la falta de firmeza y la debilidad de inmolarse a sí mismo ante la muerte de España.
     La tradición y la historia se muestran como el origen de todo, remontando a los orígenes de la nación española a tiempos medievales (se cita a los almogávares como ejemplo de amor y sacrificio por España).
     Para los amigos del Régimen, Franco fue un Padre para España, en el sentido amplio de la palabra, no un padre perfecto, no un padre rico, no un padre tiránico, sino un Padre de la gran familia española en la que no faltaron los hijos díscolos, un hombre de gobierno. Los Padres aciertan y se equivocan, pero ellos son los que, en definitiva, llevan a buen término a las familia,s las dan solidez. Franco consideraba que había que defender "a los muchos" de las equivocaciones "de los menos". Para los enemigos del Régimen, Franco nació el 1 de octubre de 1936 para esclavizar a los españoles.
Antonio Torres Irala

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