martes, 20 de noviembre de 2012

Brillante charla de Ángel Sepúlveda Madero sobre “La mujer en el Quijote”

En la Sala Sanctorvm de Quintanar de la Orden
Brillante charla de Ángel Sepúlveda Madero sobre “La mujer en el Quijote”  

“La Mujer en el Quijote” es el título de la charla que pronunció el abogado y estudioso cervantista, Ángel Sepúlveda Madero, acompañado de las principales autoridades de la comarca; en representación del Ayuntamiento de Quintanar de la Orden, su primer teniente alcalde, Vicente Rodríguez; los alcaldes de La Puebla de Almoradiel y El Toboso, Julia Villarejo y Marciano Ortega, además del ex alcalde de La Puebla y profesor Antonio Sepúlveda, encargado de presentar al célebre conferenciante en la concurrida Sala Sanctorvm de Quintanar de la Orden.

Como presentador, el profesor Antonio Sepúlveda comenzó por dar la bienvenida al público asistente a esta Sala SANCTORVM: “vivero permanente de cultura, de este rincón de La Mancha inmortal. Cuna, a su vez, de ilustres linajes, como no se cansa de hacernos ver, este, no menos ilustre conferenciante, D. Ángel Sepúlveda Madero, con quien me unen, no sólo buenos lazos de amistad, sino de entrañable consanguinidad, aunque el parentesco pueda resultar ya , un tanto lejano”.

En su introducción, Antonio Sepúlveda recordó la trayectoria profesional y humana del ponente: “Un ilustre quintanareño,  nacido en La Puebla de Almoradiel, allá por el  1921, y que, a los tres años, pasó a residir en Quintanar de la Orden.  Don Ángel, Licenciado en Derecho, en 1.949 comienza a ejercer la abogacía en Quintanar, profesión que simultanea con la de Letrado Asesor de la Seguridad Social y con la de Director de la Oficina de Empleo Comarcal del INEM, que, a su instancia, se crea en esta localidad.   Y aquí encuentra su media naranja, contrayendo feliz matrimonio con Carmen Nieto Martín de Nicolás,  fruto del cual son esos cinco hijos y diez nietos, que hoy colman de dicha sus vidas…”

Y también quiso destacar que “Ángel Sepúlveda fue Alcalde de esta Noble y Muy Leal Villa, a partir de 1.960, y durante tres años, consiguiendo para ella un primer premio de embellecimiento de los pueblos de la provincia de Toledo, y  el alumbramiento de aguas para  abastecimiento público; y teniendo mucho que decir en la remodelación del alumbrado en los paseos Colón, Alameda y Juan Carlos; en las Escuelas “Rosell;  en el Campo de Fútbol,   en la finalización del Matadero Municipal,  Escuelas de la Piedad, etc. Como Letrado, especializado en Derecho Laboral, cuenta en su haber con la Medalla al Mérito Sindical”.

“Enamorado de su Tierra Manchega y estudioso particularmente de “El Quijote” y el “Persiles y Sigismunda”, sostiene a Quintanar como cuna de hidalgos;  a Miguel Esteban, cuna de los Villaseñores; y por supuesto a El Toboso, por cuna de la sin par Dulcinea, considerando a La Puebla de Almoradiel, como el Lugar de La Mancha de cuyo nombre no quería acordase.

Emocionado y casi sin voz tomó la palabra Ángel Sepúlveda, quién reiteró su agradecimiento a las autoridades, y manifestar que “tengo el corazón entre dos corazones repartidos, uno es el pueblo de mi nacimiento y otro el pueblo de mi adopción, ya que desde los tres años resido en Quintanar, aquí he formado una familia y en La Puebla están mis raíces, pero aquí también está mi corazón.

A lo largo de exposición y como un pintor impresionista Ángel Sepúlveda fue recogiendo distintas facetas de lo que es Don Quijote y de lo que es la mujer. “Las dos primeras mujeres que aparecen el Quijote son el ama y la sobrina, el ama era una institución que todavía perdura en algunas casas, son criadas muy viejas, que han permanecido durante toda su vida, al cuidado de sus dueños. El ama es algo más que una criada, es mucho más que una sirvienta, era la capitana de todas las sirvientas, pero cuando había una sola hacía de todo, de madre, cuidar del viejo, ponerle la comida, y ama viene de amar, esas mujeres que por amor se entregan al prójimo, pero no son sirvientas, son mucho más nobles. La mujer es amor”.

“Otra mujer que nos llama la atención es la mujer de Sancho, Teresa Panza, es la mujer sumisa, la mujer que acata a su marido, representa a la mujer común, esposas y madres, que han garantizado la continuidad de la vida. Ella procura retener a Sancho Panza en su aventura con Don Quijote, pero una vez que se marcha dice “os digo que hagáis lo que os diere la gana, o lo que os diere gusto, que con esta carga nacemos las mujeres, de estar obedientes a sus maridos aunque sean unos porros. Por un lado tenemos el amor conyugal de ella hacia él, que dice que está sometida y acata todo lo que el marido quiera hacer, y la virtud de la mujer es obedecer al marido”.

Para Sepúlveda “Don Quijote es un loco enamorado, que está en el comienzo de la vejez. De tanto leer y de tanto no dormir, se le secó el cerebro. Su locura fue hacerse Caballero Andante, y salir por los caminos de España defendiendo entuertos, asistiendo a las viudas, a los huérfanos, toda una nobleza de intenciones. Y dio por pensar que un caballero andante necesitaba una dama. Pero Caballero sin amor es como un árbol sin hojas y sin frutos, como un cuerpo sin alma, y entonces buscando alma de quién enamorarse dio pensar que en un lugar cerca del suyo, vivía una moza labradora, de muy buen parecer, de la que en tiempos anduvo enamorado, aunque ella jamás lo supo, ni se dio cata de ello. Se llamaba Aldonza Lorenzo”.

También La Puebla de Almoradiel tenía su cantos de amor dedicados al agua, se decían entre las mozas casaderas, la que no va al pocillo no se enamora, camino del pocillo se hacen las bodas. Doña Ortodoxa y Doña Molinera, son otras dos mujeres del Quijote. Y como Don Quijote frente a unas prostitutas, con qué atención y con qué delicadeza, con que altura de miras, les agradece el favor recibido, y como las ensalza”.

Pero la pincelada más importante es cuando Don Quijote buscando dama de quién enamorarse, se dice: “en un lugar cerca del suyo, vivía una moza labradora de muy buen parecer, de la que en tiempos anduvo enamorado, aunque nunca lo supo y no se dio cata de ello. El amor de Don Quijote era como una corriente de agua limpia, que corre bajo la tierra como este Guadiana que tenemos, hasta que alumbra y se hace de nuevo manantial, así es el amor de Don Quijote por Dulcinea”.

Para concluir Ángel Sepúlveda nos declamó la siguiente poesía: “Llanura gris de La Mancha, sin más limites que el cielo. Campos, vides, olivares alineados, verdinegros y un molino que la guarda, gira sus aspas al viento. Por la llanura cabalgan a gusto tras un Otero, un Don Quijote invisible y un invisible escudero. De consejos y refranes están llenos tus senderos. Llanura gris de La Mancha, sin más límites que el cielo. Y un molino que la guarda, gira sus aspas al viento. Nuestra vida otro Molino, constante, tenaz y tierno. Que vueltas y vueltas dando. Nos va consumiendo el tiempo. Molinos que nuestras vidas, muelen y muelen moliendo. Alegrías y tristezas, recuerdos y sentimientos. Y en la entera llanura, alzan sus brazos al viento”.
  • D.Angel Sepúlveda en su intervención.















  • La Sala Sanctorvm albergó uno de los acontecimientos culturales del año.










  • D.Antonio Sepúlveda ex-alcalde de La Puebla de Almoradiel acompañado de su esposa y numerosos amigos.











2 comentarios:

  1. Decía Baltasar Gracián que "Saber y saberlo demostrar es valor dos veces".
    Don Angel Sepúlveda Madero es ejemplo del pensamiento gracianiano.

    Este jóven nonagenario nos dio cuenta de sobrada sabiduría e ilustrado conocimiento a la hora de hablar de El Quijote.

    Acompañado de una carpeta roja enumeró mujeres, Cañadas Reales, ríos, caminos, poblaciones, encuentros y desencuentros, diálogos y un sinfin de acontecimientos narrados en la obra maestra de Cervantes.

    La Charla se desarrollaba en un clima de atentísima escucha, Don Angel nos deleitaba con párrafos enteros y poesías larguísimas de El Hidalgo Manchego sin abrir la carpeta roja.

    Atónitos ante el alarde de erudición quijotesca, el tiempo se pasó como si de un latido taquicárdico se tratara, y la carpeta roja sin abrirla.

    Concluyendo la Conferencia hace un ademán de querer abrir la carpeta roja, cerrada entre sus manos nos comenta: "Traía aquí suficiente documentación para poder hablar más largamente de El Quijote, pero el tiempo se nos ha echado encima."

    Como dijo otro sabio de la literatura: "En dos palabras: im presionante".

    Un consejo me voy a permitir darle Don Angel: es Usted muy jóven y Dios quiera que no se descarríe, la juventud mal llevada es lo que puede acarrear, ojalá cuando sea mayor se dedique a hablar de la Obra Cervantina, ya apunta maneras.
    Inolvidable la tarde que nos hizo pasar.

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